Pues cogiendo el dicho popular de "Dios aprieta pero no ahoga" así es como mejor se difine esta etapa, una etapa larga y pesada de cerca de 38km al final de la etapa, aunque se puede dividir en dos y parar en Montamarta.
Son las seis de la mañana y ya estoy arriba, café y napolitana y a caminar el hotel está casi en la misma vía, primer kilómetro por el arcén de la carretera casi a oscuras, el camino gira a la derecha y empezamos por la pista de tierra, después de pasar por unas naves al lado derecho cruzo la autovía, para girar inmediatamente en busca de un bosquecito de pinos, entramos en Roales del Pan, una explanada espectacular de varios cereales es lo primero que vemos junto con una fábrica de embutidos, seguro que más tarde vendría de escándalo, pequeño que me sorprende una vivienda que parecía un parque temático mezclado, animales, escudos, etc todo artificial, algunos bien bonitos, en el centro casi todos los pueblos quieren resaltar que la Vía pasa por allí, alguna alegoría y referencia, la salida es una pista larga con algunos cambios de dirección y nos cruzamos con la Vía del tren o Ave que hay que cruzar por arriba, de momento también por la misma plataforma, que ahora mismo está parada la obra, lo peor de esta parte o casi de todo el día son los guijarros de rió que hay en los caminos, molestan una barbaridad en la planta de los píes, un trozo de carretera y varios bicigrinos me pasan entre ellos unas chicas coreanas, que como buenos asiáticos van con la cámara en mano.
Montamarta la cruzo y para en el supermercado quiero algo de fruta, una sandía partida por la mitad me está diciendo comeme, es demasiado grande joder, le pido a la chica de la tienda que me de la mitad, sólo vendemos medias o enteras, uffff demasiado, al final le digo que si 3,900kg pesa, una radler y vamos, voy buscando un sitio para parar y meterle mano, a la salida del pueblo se cruza por la cola del pantano Ricobayo, un puentecito al descubierto es el sitio ideal, precioso con la ermita de la Virgen del Castillo a la derecha, el camino se reanuda empinado y anodino, los alrededores siempre igual campos de labor y alguna Viña, varios campos de sentido por la autovía recién inaugura, eso si ya se ha echo una buena señalización.
La llegada hasta el pequeño pueblo de Fontanillas de Castro se hace por pistas igualmente de piedras sueltas, se cruza muy rápido, el camino se hace pesado(la primera vez que pongo musica en el camino de lo anodino y aburrido del camino) y parece no acabar nunca para llegar a Riego del camino, nada que reseñar salvo el ruido de coches y camiones de la autovía que queda a nuestra derecha, tras salir del pueblo el camino se acerca mucho más a la carretera antigua para posteriormente apegarse a la autovía, un poco más adelante la cruzamos por arriba, la señalización es buena y recién hecha, llego a Granja de Moreruela extasiado por el calor, el agua se ha calentado y la boca pastosa, menos mal que mi asistencia hoy se ha llevado la mayor parte del equipaje, ahí está en el bar esperándome, duchita, comida y siesta, el pueblo tiene una tienda de las de toda la vida que no dejo de visitar, un vistazo al pasado, un recuerdo de cal Poleo o del Félix el londra me viene a la mente.
Una visita al monasterio abandonado, que nos hace de guía nuestro amigo Julio no sin antes llegarnos a su bodega para invitarnos a un clarete de cosecha propia, realmente bueno, sin nada de química como dice el, lo que da la uva joder, aquí no hay ni trampa ni cartón, el monasterio se encuentra a 4km del pueblo, sólo por las ruinas ya se ve que tuvo que ser algo espectacular, Monasterio cister, por hoy ya está bien.
RUTA 36 KM
CAMINO RECORRIDO 654 KM
CAMINO PENDIENTE 339 KM
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