Sábado día 3 de Junio, 6 de la mañana y ya estoy en pie, al salir del hotel aun no se ve, cruzo el pueblo y una señal puesta por un lugareño me indica el camino, al salir dudo entre los dos caminos, una pequeña señal me hace decidirme por el de la derecha, algunos secaderos de pimientos al lado del camino, no voy muy seguro, pero enseguida veo otra señal del camino y tomo paso firme, el agua cambia este paisaje y la da vida, la primavera se hace eterna, al pasar un pequeño puente hay que decidir entre las dos posibles variantes, decido coger la de la izquierda que es la más rápida, aunque me arrepiento a los pocos metros, no por el camino no, un perro en una finca sale a mi encuentro y me da los buenos días a su estilo claro, durante unos 300metros lo tengo pegado a la alambrada sin callar ni un segundo, menudo despertar que me ha dado el cansino, la zona está repleta de canales de riego, que principalmente se destina a los prahos para que coman las vacas.En apenas unos kilómetros se unen las dos variantes, apartir de aquí entramos por una finca, una buena cuesta nos espera, las señales nos guían, en la zona de Extremadura hay varias señalizaciones, además de las señales de la flecha del Camino de Santiago tambien nos podemos guiar por el sentido de los monolitos de granito, con distintos colores de azulejos pegados en su lateral y siempre con el Arco de Caparra grabado en la parte superior, azulejo azul es Calzada Romana, azulejo amarillo es el camino, aunque hay veces que son las dos cosas, muchas diría yo, pronto nos dejamos el camino ancho y pasamos a una vereda que hoy es nuestra principal senda, tras pasar varias fincas y puertas llegaremos a un sitio conocido como el miliario caído, poco misterio tiene esto claro está, la influencia de la sierra de Gredos cada vez es más patente, el campo ya no presenta ese color amarillento de días anteriores, el verde lucha con el marrón a pesar de no ser zonas de riego.
Tranquilidad total paseando por una dehesa preciosa, salpicada continuamente de rebaños de vacas de carne, un autentica gozada pasear entre tanta tranquilidad lejos de cualquier ruido, esa tranquilidad que tenia un ternero que saltó como un rayo delante de mí, no se yo si el susto fue más grande el suyo o el mio, su cara si la pudé captar la mía no, pero aun me sigo acordando del vuelco que me dio el corazón.
Tras andar durante unos 6km por fincas y veredas llegamos a la carretera de Oliva a Guijo de Granadilla, aquí nos cruzamos con la Ventaquemada y a partir de aquí la Vía ocupa una anchura de cerca de 100 metros con un perfil casi plano, solo interrumpido por algunos pequeños arroyos que este año casi todos están ya secos, en cada uno de ellos siempre hay un paso de apropiado para poder cruzar en los peores momentos, el final de este tramo acaba en un sitio mítico y mágico del camino, el Arco de Caparra te espera silencioso, cuantos peregrinos, cuantos soldados romanos o cuantos lugareños han pasado por aquí en los 2000 años que lleva en pie, si no hacéis el camino os recomiendo hacer una parada se llega con el coche apenas a 200 metros, una visita rápida a las ruinas de la ciudad y un almuerzo a la sombra del Arco nos valen para tomar un respiro y un descanso de andar.
Un mirada atrás el arco sigue impasible, una imagen que jamas se me olvidará, el camino ahora va por una pequeña senda rodeada de grandes fincas con muchas vacas y con la sierra de Gredos al fondo, el Valle del Ambroz nos atrapa de lleno, algún que otro bicigrino nos adelanta y otra vez nos adentramos en las fincas y las veredas, alguno de los arroyos que cruzamos ahora si llevan agua, un portón no deja a la vera de una carretera que cruzamos y vamos paralelo a esta, un hostal de la zona nos da sus indicaciones para que nos quedemos allí aunque no está en el mismo camino, alguna de las señales muy curiosas, una zona de regadíos nos acompaña a la izquierda, la ribera del Ambroz es una autentica fuente de vida, tras llegar a la carretera de Zarza de Granadilla y andar por ella unos metros por ella la dejamos por el lado izquierdo, otra carretera esta de servicio a fincas es por la que continuo, tras pasar debajo de los puentes de la Autovía de la Plata y enseguida vemos una de las mejores gargantas de hoy, la Garganta Grande con no mucha agua y se cruza bien, pasamos debajo de la N630 y nos encaminamos hacia Aldeanueva punto final de hoy y donde comemos hoy en Casa Sebas y como no que voy a comer hoy pues claro que si ''VACA'' un buen chuletón de ternera para recuperar el día, dormir nos vamos hasta Oliva, la idea inicial era acabar en el Arco de Caparra, en Oliva coincido en la casa con una pareja de Italianos muy simpáticos que van haciendo el camino, al día siguiente volvemos a salir junto a eso de las 6 de la mañana.
RUTA 37 KM
CAMINO RECORRIDO 446 KM
CAMINO PENDIENTE 533 KM
No hay comentarios:
Publicar un comentario